Por lo menos una vez al día, vemos un comercial en la televisión o escuchamos uno en la radio, la venta de diversos productos lácteos, y decirnos cómo es bueno para nuestra salud, ya que contiene bacterias que son buenos para nuestra salud.
Las «bacterias buenas», tal como los conocemos, se han descubierto en la década de 1900, pero, al igual que algunas otras grandes ideas de nuestro tiempo, su descubrimiento no se ha tomado en serio, y no había hablado mucho sobre el tema hasta la segunda mitad del siglo pasado.
El papel de estas bacterias es superar los daños dentro de nuestros cuerpos hechos por «bacterias malas». La más famosa de estas «bacterias buenas» es Bifidobacterium lactis, y sus propiedades han sido objeto de una investigación a fondo en las últimas décadas. El efecto más conocido de bacterias buenas es que estimulan nuestro sistema inmunológico, por lo que es más resistente a los desafíos diarios, sobre todo con las personas mayores, o personas cuyo sistema inmunológico es muy lento y débil. Bifidobacterium lactis es conocida por ser resistente a las sales biliares y los ácidos digestivos, y viajar de este modo a la cullen ofrece la protección de las toxinas y la inflamación en una base diaria. Esta bacteria es un muy buen remedio para las alergias alimentarias, especialmente con los niños. También es bueno para prevenir el estreñimiento, deteniendo la diarrea y útil contra la inflamación cullen.
Algunas de las últimas investigaciones han demostrado que es bueno prevenir y revertir los daños causados a nuestro sistema digestivo por la gliadina, (que está contenida en el trigo). Las personas que sufren de enfermedades como la enfermedad celíaca, se han conocido a recuperarse en un período muy corto de tiempo. Enfermedades, como la enfermedad celíaca, son un grave problema, y si no se tratan pueden llegar a resultar con cáncer u otros problemas. Lógicamente, lo único que hay que hacer cuando tiene la enfermedad celíaca sería evitar cualquier alimento que contenga gluten durante el resto de la vida, que por supuesto, es prácticamente imposible de hacer. Pero, por fortuna, se ha descubierto que Bifidobacterium lactis es capaz de bloquear las toxinas contenidas en el trigo, y se puede disfrutar de la vida sin miedo.
Aunque, Bifidobacterium lactis se puede encontrar en varios suplementos, la forma más habitual de su aplicación en nuestra dieta es por diversos productos lácteos. Los más comunes son los distintos tipos de yogur, y en los últimos tiempos se encuentra en los alimentos infantiles. Dado que el número de Bifidobacterium lactis en nuestros cuerpos está disminuyendo rápidamente desde el día en que nacemos, es muy importante mantener su introducción en nuestro metabolismo en base diaria, para la estimulación de nuestro sistema inmunológico y aún más para la prevención de enfermedades.