El músculo isquiotibial desgarrado puede ser tratado con el método RICE (Resto, Hielo, Compresión y Elevación) o reparado en cirugía si es necesario. Si su lesión no se cura por completo, el riesgo de lesiones repetidas es bastante alto. Descansa un poco. Los médicos a veces recomiendan la inmovilización y una semana o más de descanso, dependiendo de la gravedad de la lesión. A veces usted debe usar muletas, porque apoyarse en la pierna puede empeorar la lesión.
La primera prioridad del tratamiento es controlar la inflamación, la angustia y detener el sangrado.
Cubos de hielo o hielo triturado en una bolsa de plástico, incluso aerosoles fríos o paquetes de gel frío, mantenido en la parte lesionada del cuerpo para minimizar el dolor y la hinchazón. Manténgalo en la lesión durante unos 30 minutos y repítalo si lo desea, durante los próximos días. El frío se puede usar cada dos horas, si ayuda.
Envolturas elásticas alrededor del tendón de la corva podría ser útil para reducir el dolor de la lesión.
La hinchazón se minimiza significativamente si sus piernas están elevadas más altas que la altura de su corazón. Esto significa que usted debe acostarse y descansar las piernas en algunas almohadas o una silla.
Los AINE (fármacos antiinflamatorios no esteroideos) como el ibuprofeno están reduciendo la hinchazón y aliviando el dolor. Algunos médicos recomiendan el uso inmediato de medicamentos y otros recomiendan esperar unos días hasta que el cuerpo empiece a sanar.
El tratamiento quirúrgico es raramente necesario, excepto en los casos en que el tendón de la corva necesita ser reatado a la pelvis. Retrasar la cirugía no es aconsejable, ya que podría complicar el procedimiento. La cirugía es también la opción para una fractura completa del músculo isquiotibial, cuando los extremos desgarrados de un músculo se vuelven a unir y se cosen juntos. Después de la cirugía se recomienda descansar, usar las muletas y comenzar el programa de recuperación con un fisioterapeuta.
La forma de la rehabilitación del tendón de la corva puede durar desde 2 semanas a veces más de 6 meses, dependiendo de la gravedad de la lesión. El terapeuta físico generalmente ayuda con la terapia de rehabilitación. La recuperación comienza con el método RICE y después de un par de días el terapeuta podría recomendar aplicaciones de asado y hielo o tratamientos de ultrasonido. Programas especiales de ejercicio en la piscina o en el conjunto de bicicletas, se utilizan para reconstruir los músculos y prevenir lesiones repetidas. El siguiente paso es caminar y después trotar. El estiramiento es una parte importante del programa, durante la recuperación y después, para mantener la flexibilidad y evitar cualquier lesión en el futuro.
Las lesiones de la corva son reversibles y la mayoría de las personas que sufren de ella por lo general continúan con las actividades físicas que disfrutaron.