El tendón de Aquiles es el tendón más largo en nuestros cuerpos y conecta los dos tendones de los músculos de la pantorrilla y el talón. Al ser el más fuerte también implica que está muy expuesto a varios tipos de esfuerzo y la lesión que es especialmente común en los deportistas y aún más frecuentes en los jugadores de fútbol.
Pero, las personas que son más propensas a sufrir de este tipo de lesión son los que no han calentado estos tendones antes del entrenamiento. Y esa es la razón por la cual algunos giros repentinos por ejemplo pueden romper el tendón de Aquiles.
Así pues, la función de todos los tendones en el cuerpo es conducir la energía de los músculos a los huesos, y por eso deben ser muy rígidos, pero también flexibles. La mayoría de las lesiones ocurren cuando los tendones están expuestos a una tensión excesiva y de esa manera el tejido se rompe. La causa principal del problema es no conseguir bastante sangre en esa área. Debido a todo eso, el calentamiento y las técnicas de estiramiento antes y después del entrenamiento son prácticas obligatorias.
El síntoma más señalado se manifiesta como un dolor bastante severo poco por debajo del ternero, pero mucha gente lo ha descrito como la incapacidad para subir escaleras y correr. Pero, afortunadamente, caminar es posible, aunque muy doloroso, también. A veces la lesión es visible que es cuando la hinchazón y el moretón aparecen. Después de buscar el consejo médico, es altamente recomendable mencionar al cirujano ortopédico si ha habido lesiones similares o si hubo algunos esteroides incluidos en los entrenamientos.
Cuando se trata del tratamiento no quirúrgico, se lleva a cabo en los casos de las personas que tienen también algunos problemas de la piel y las condiciones relacionadas con el tendón en el pasado. Especialmente si el paciente sufre de algún trastorno que involucra el lento proceso de curación (como la diabetes, por ejemplo), este tipo de tratamiento conservador se recomienda. Además, si hay una infección o alguna complicación similar, es mejor curarla de una manera menos invasiva.
El procedimiento quirúrgico se puede realizar bien, a través de la piel, o al aire libre. La eficacia de la cirugía depende en gran medida del proceso de cicatrización posterior, que puede durar de un mes a un mes y medio. Durante todo ese tiempo, el área debe ser inmovilizada y fijada. Por supuesto, la rehabilitación a menudo incluye algunos entrenamientos suaves del tendón, sin un esfuerzo excesivo centrado en él, como andar en bicicleta y nadar. Pero, después de algún tiempo, los ejercicios de fortalecimiento (por ejemplo, aquellos con pesos) pueden ser incluidos.