Las mordeduras de perro y gato son las mordeduras de animales más frecuentes, y las mordeduras de perro ocurren con mucha más frecuencia que las mordeduras de gato. Se estima que en el año 2007 en los Estados Unidos cinco millones de mordeduras de animales fueron causados por perros, 800.000 de los cuales requirieron asistencia médica.
Las personas que son mordidas por los animales generalmente se les recomienda buscar atención médica. Los primeros auxilios para una víctima que ha sido mordida por un animal incluye el aclarado de la herida y su cobertura con un apósito estéril. Para el enjuague, el agua del grifo se ha demostrado ser igual de eficiente que las soluciones salinas.
Al llegar a una sala de emergencias, el procedimiento habitual incluye la inspección, limpieza, desbridamiento y el cierre, aunque en algunos casos está contraindicado el cierre.
La inspección de la herida se realiza para examinar la profundidad y extensión en la que el tejido ha sido dañado. Esto se hace generalmente con anestesia local, ya que puede ser muy doloroso.
Desbridamiento significa la eliminación de tejido desvitalizado, lacerado y otro tipo de daños que no se pueden reparar. Esto es importante para la prevención de una infección potencial, porque el tejido necrótico actúa como un cuerpo extraño.
El riego es una manera de limpiar bien la herida. Se realiza con una solución de irrigación, cloruro de sodio isotónica por lo general, es barato, seguro y eficaz.
En un pequeño número de heridas por mordedura, cuando es posible limpiar la herida por completo, el cierre primario es la opción viable. El cierre primario significa que se sutura la herida justo después de la inspección y la limpieza. La mayoría de las heridas se tratan mejor con el cierre primario retardado, lo que significa que la herida se mantiene abierta durante unos días cubierta con el aderezo.
Si la herida se encuentra en el lado, puede ser inmovilizado con una férula o vendaje voluminoso, con el fin de limitar. Se aconseja su elevación.
Después de tratar la herida es el momento de considerar la protección contra la rabia o el tétanos. En algunos casos no se sabe si animal que afectó a la herida está vacunado contra la rabia o no. El tratamiento antirrábico se recomienda sobre todo si el animal en cuestión es un zorro, mapache, murciélago o mofeta.
La vacuna del tétanos será administrada si la víctima no ha recibido ni una vez o si ha transcurrido más de un año desde su anterior vacuna.
Si hay abscesos, sepsis o tejido desvitalizado, los médicos suelen ordenar pruebas con aerobios y anaerobios.
Algunas mordeduras pueden causar fracturas óseas y si esto se sospecha, una radiografía se puede realizar para determinar el daño al hueso.
Sobre la base de los animales específicos que causó la herida, los antibióticos pueden ser indicados como prevención.
Algunas heridas, especialmente aquellas que son extensas, pueden requerir cirugía plástica, mientras que las heridas en el cráneo requieren una consulta con un neurocirujano.
Con el fin de proteger la salud pública, todos los casos de mordeduras de animales deben ser reportados a las autoridades de salud locales.