El síndrome de fatiga crónica es una condición que sigue siendo algo cubierto con un velo de misterio en cuanto a sus causas y tratamiento. Durante años, esta condición no fue reconocida como una condición médica real, debido a sus síntomas que no son fáciles de medir. El síndrome de fatiga crónica se caracteriza por una sensación de fatiga constante que no desaparece después de un descanso y empeora después de la actividad física o mental.
En muchos casos la causa subyacente de síndrome de fatiga crónica sigue siendo desconocida, por lo que es difícil de tratar. Sin embargo, muchas personas se recuperan con el tiempo, y hay varios tratamientos y medicamentos que se dirigen a los síntomas.
Hay ocho síntomas oficiales de síndrome de fatiga crónica, la principal de las cuales, al parecer, una fatiga constante. Otros síntomas son problemas de memoria y concentración, dolor de garganta, ganglios linfáticos hinchados y dolores en el cuello y las axilas, dolor muscular, dolor de cabeza, dolor en las articulaciones múltiples, sueño no reparador, y una sensación de agotamiento hasta más de 24 horas después de la actividad física o mental.
Las personas que sufren de síndrome de fatiga crónica informan otros síntomas, así, a pesar de esos síntomas no están incluidos en la definición oficial.
Esos síntomas pueden ser dolor en el abdomen, las alergias y la hipersensibilidad, dolor en el pecho, hinchazón, diarrea, mareos, vértigo, dolor de mandíbula, boca seca, dolor de oído, escalofríos, trastornos visuales, tos persistente y trastornos psicológicos.
El curso de esta enfermedad varía de persona a persona. En algunas personas, los síntomas progresan, hasta llegar a un pico y luego desaparecen, lo que lleva a una recuperación total, mientras que en otros puede empeorar.
Es difícil determinar cuándo o si consultar a un médico si una persona tiene síntomas del síndrome de fatiga crónica. Sin embargo, puede ser un síntoma de una enfermedad subyacente más grave por lo que lo mejor es consultar a uno cuando se producen los síntomas, ya que, al igual que todas las condiciones médicas, éste también debe abordarse tan pronto como sea posible.
Los factores de riesgo para esta enfermedad aún no se conocen completamente, pero parece que las mujeres son más propensas a ella que a los hombres y por lo general afecta a las personas en torno a los 40 y 50 años de edad.
La ciencia médica todavía está luchando para definir la causa del síndrome de fatiga crónica, pero por ahora parece que podría ser causada por la depresión, la anemia causada por deficiencia de hierro, alergias, algunos virus como el Epstein-Barr y el herpes 6, los cambios en el sistema hormonal e inmunológico, algunos procesos autoinmunes y bajo nivel de azúcar en la sangre.
Por supuesto, en algunos casos, el síndrome de fatiga crónica tiene una causa obvia que no representa ningún peligro para la salud, como algunas condiciones que tienen la fatiga como uno de los síntomas primarios o simplemente un efecto secundario de un medicamento.