La gastritis es la inflamación de la membrana mucosa del estómago. Hay numerosos factores que conducen a esta condición bastante molesta, dolorosa y desagradable.
Por ejemplo, una variedad de medicamentos puede ser responsable de la gastritis. Esto incluye la aspirina y los fármacos antiinflamatorios no esteroideos. Los corticosteroides y los quimioterápicos también conducen a la gastritis. Además puede desarrollarse debido al alcoholismo crónico y la ingestión de ciertos venenos. Las infecciones especialmente bacterianas llevan a la gastritis. En cuanto a las bacterias Helicobacter Pylori se establece como una de las principales causas de la enfermedad. Hoy en día la gente vive bajo estrés permanente. El nerviosismo y la ansiedad son los principales contribuyentes a la gastritis.
La gastritis se puede clasificar como aguda o crónica dependiendo del curso de la enfermedad. A diferencia de la gastritis crónica en forma aguda de la enfermedad, los síntomas se desarrollan rápidamente. Ambos son potenciales para el desarrollo ulterior de úlceras de estómago, con las posibles complicaciones consecuentes (sangrado de úlceras o incluso perforación). Sin embargo, si el tratamiento se lleva a cabo a tiempo, la enfermedad se puede controlar.
Los síntomas de la enfermedad son básicamente similares a los síntomas de la mayoría de las enfermedades gastrointestinales. El dolor está regularmente presente. Se puede caracterizar como ardor o incluso desgarro. El dolor no tiene que ser tan severo. Todavía en la mayoría de los casos se describe como agudo o apuñalamiento. Se localiza principalmente debajo del hueso del pecho pero también puede irradiar hacia el ombligo. A veces el dolor se extiende a la espalda. No cambia su intensidad en caso de que una persona cambie de posición.
Los trastornos de la alimentación también están presentes. Se pierde el apetito, se come menos y se siente náusea constante. Incluso pueden ocurrir vómitos. Después de la comida, el estómago está hinchado y un paciente puede sentirse como si hubiera tragado un ladrillo. La presión dentro del estómago se incrementa, lo que conduce a eructos anormales. Todo lo mencionado anteriormente conduce a la pérdida de peso evidente.
En la forma aguda de la enfermedad los síntomas incluyen principalmente dolor agudo y repentino junto con náuseas. En la gastritis crónica se experimenta dolor aburrido y tedioso junto con sensación permanente de hinchazón y pérdida de apetito.
En ocasiones muy raras, la gastritis aguda puede llevar a sangrado menor. Sin embargo, si uno nota la coloración marrón o café de la masa de vómito debe visitar a un médico tan pronto como sea posible, ya que el sangrado en este caso puede ser más grave.
En algunos casos se puede prevenir la afección. Así que las personas a las que se prescriben medicamentos que pueden causar gastritis deben tomar medicamentos adicionales que cuidarán y protegerán la superficie gástrica. Además uno debe aprender a hacer frente a situaciones estresantes.