Al igual que es el caso con cualquier otro problema de salud, es importante reconocer los síntomas de un absceso en un diente, para que el problema se pueda abordar tan pronto como sea posible. El absceso de un diente no es peligroso, pero es doloroso y puede conducir a una serie de complicaciones, por lo que debe tratarse a tiempo.
¿Qué es un diente con absceso?
Un absceso es básicamente una inflamación irreversible que afecta a la pulpa del diente, en el conducto radicular. Sucede después de que la caries dental progrese a través del esmalte y afecte a la dentina y luego a la pulpa. Cuando la pulpa se inflama, causa pulpitis, que causa dolor y producción de pus en el conducto radicular. Un diente con absceso puede rara vez ser salvado y por lo general tiene que ser tratado con antibióticos y luego extraído.
Síntomas del absceso
Los síntomas suelen aparecer gradualmente. El primer signo de un absceso en un diente es el dolor mientras mastica o cualquier fuerza vertical que presiona el diente hacia abajo. También puede haber cierta sensibilidad al calor y al frío. Este es el signo de que la descomposición ha progresado a la dentina. En esta etapa, el dolor sigue siendo soportable.
El dolor se hace entonces más frecuente y está particularmente presente mientras está acostado. Finalmente, el dolor ya no depende de estos factores y se vuelve constante. El dolor puede ser palpitante o pulsante, lo que indica la presencia de pus en el conducto radicular.
También puede haber algún sabor extraño o asqueroso en la boca. El sabor puede llegar a ser tan malo e intenso que reduce significativamente el apetito. El mal sabor se asocia con mal aliento o halitosis, especialmente en la mañana, al despertar y después de las comidas.
Las glándulas linfáticas en las proximidades del diente afectado pueden llegar a agrandarse, estar tiernas y dolorosas al tacto. Esto es particularmente común si el absceso afecta a una muela del juicio. En este caso, incluso puede haber alguna dificultad para abrir y cerrar la boca, lo que hace que sea difícil comer.
Incluso puede haber algunos síntomas sistémicos de los abscesos en los dientes, que pueden incluir fiebre, escalofríos, pérdida del apetito, irritación, ansiedad e incluso náuseas.
Las encías alrededor del absceso se volverán rojas, hinchadas, irritadas y doloridas. La hinchazón se extiende finalmente a la parte de la boca donde se encuentra el diente. En algunos casos todo el lado de la cara se hincha.
La inflamación llena de pus en la punta de la raíz puede estallar y el pus exudará, dejando una abertura en las encías.