Las cuerdas vocales son parte de la laringe y se encuentran justo encima de la tráquea. Estas estructuras juegan un papel importante en el habla.
También participan en procesos de deglución y respiración. La parálisis puede afectar una o ambas cuerdas vocales. Si solo se ve afectado un lado, el paciente puede hablar pero con voz débil y se queja de dificultades para tragar, lo que puede provocar tos o ahogo. Esto puede explicarse por el cierre inadecuado de las vías respiratorias debido a la parálisis de estas estructuras que, en consecuencia, permiten que los alimentos entren en la tráquea.
Causas y síntomas de la parálisis del cordón vocal
En la mayoría de los casos, el trauma es la causa de la parálisis de las cuerdas vocales. También puede ocurrir en un accidente cerebrovascular, infecciones virales o debido a cáncer de pulmón y tiroides. El tumor puede comprimir el nervio laríngeo recurrente que conduce a la parálisis. Las personas que padecen ciertas afecciones neurológicas, como la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple, pueden desarrollar parálisis de las cuerdas vocales. Y finalmente, en algunos casos, la causa real permanece sin identificar.
Los síntomas de esta condición médica incluyen cambios en la calidad de la voz y el esfuerzo vocal. La ronquera es un signo común de parálisis unilateral.
El diagnóstico se puede establecer mediante un examen simple en el que el médico examina al paciente con un instrumento llamado laringoscopio. En algunos casos, el diagnóstico se establece después de la endoscopia.
Cirugía para la parálisis de cuerdas vocales
La cirugía acompañada de terapia de voz es la única forma efectiva de tratar esta afección médica. En casos más raros, la voz puede regresar después de un período de tiempo, generalmente durante el primer año después del trauma. Aún así, esta es la razón por la que a los médicos les gusta posponer la operación durante un año con la esperanza de que la voz vuelva a funcionar por sí misma. Durante este período, un paciente se somete a terapia de voz.
En caso de que la voz no pueda restablecerse espontáneamente después de la terapia de voz, se operará al paciente. El tratamiento quirúrgico incluye el aumento del volumen de la cuerda vocal afectada o el cambio de su posición. El volumen de la cuerda vocal se puede aumentar con éxito mediante inyecciones de sustancias específicas. De esta forma, la cuerda vocal opuesta puede cerrarse correctamente.
Otra opción es cambiar la cuerda vocal paralizada al centro de las vías respiratorias. Ambas intervenciones son buenas para mejorar la voz y la deglución.
En casos extremos cuando ambas cuerdas vocales están paralizadas, el paciente puede asfixiarse y en estos pacientes un cirujano realiza la traqueotomía. Este procedimiento quirúrgico incluye hacer una incisión en la parte delantera del cuello y colocar el tubo específico en la tráquea. La traqueotomía ayuda a los pacientes a respirar.