La hipertensión arterial es una condición que es causada por la insuficiencia hepática crónica. Lo más comúnmente afecta a los pacientes que sufren de cirrosis del hígado. Sin embargo, hay otras condiciones que pueden conducir a la hipertensión arterial y que incluyen la enfermedad de Wilson, la hemocromatosis, la trombosis de la vena arterial, la trombosis de la vena hepática y la trombosis de la vena cava inferior y así sucesivamente.
La condición se caracteriza por el aumento de la presión arterial en la vena portal que se encarga de extraer la sangre de ciertos órganos abdominales.
La sangre entra en el hígado desde el corazón y desde los intestinos y otros órganos abdominales. El hígado recibe sangre a través de la vena portal y las venas hepáticas están a cargo de la eliminación de la sangre del hígado y la distribución de la sangre en el corazón. Las complicaciones se producen en el caso de que la presión dentro de la vena porta se incrementa en cierta medida.
Complicaciones de la hipertensión portal
Las complicaciones de esta condición son siempre peligrosas para la vida y necesitan ser tratadas con prontitud.
Ascitis
La ascitis es una colección de líquido acumulado dentro de la cavidad peritoneal. Los síntomas de la ascitis incluyen aumento repentino de peso y la distensión de la pared abdominal. Durante el examen un médico puede descubrir exceso de líquido en el abdomen e incluso la piel en el abdomen puede mostrar los suspiros de la presión aumentada dentro de la vena porta. A saber, el aumento de la presión se transfiere a las venas más pequeñas de la piel del abdomen llamadas venas paraumbilicales y se dilatan. Esta es la razón por la que se hacen más visibles durante la inspección. Este fenómeno se conoce como caput medusae. En las personas que tienen ascitis, incluso los pulmones pueden verse afectados por el aumento de la acumulación de líquido en la pleura. La falta de respiración u otras dificultades respiratorias pueden ocurrir debido a esta acumulación excesiva de líquidos. La ascitis conlleva un riesgo adicional de infección bacteriana peritoneal.
Hemorragia varicosa
El aumento de la presión de la vena porta se transfiere a las venas del esófago. Se expanden y forman las llamadas varices. La pared de las varices es delgada y son extremadamente susceptibles a la ruptura y el sangrado. Aparte de las venas del esófago otras venas como las del estómago o los intestinos pueden verse afectadas también. Las varices aún esofágicas son las más peligrosas.
Encelofatía hepática
Otra complicación de la hipertensión portal que eventualmente se desarrolla es la encelofatía hepática. Dado que el hígado está a cargo de la desintoxicación de sustancias tóxicas y productos en caso de enfermedad hepática avanzada, estas sustancias tóxicas no se neutralizan adecuadamente. El amoníaco y otras sustancias no se pueden eliminar correctamente y se acumulan en diferentes órganos, incluido el cerebro. Esta es la causa de la encelofatía hepática. Los síntomas de esta condición severa incluyen pérdida de memoria, falta de concentración, confusión y así sucesivamente. Y finalmente en caso de que la condición no se trate, el paciente termina en coma y la muerte es el resultado definitivo de la enfermedad.