La glándula pituitaria o hipofisis es una glándula situada en la parte inferior del hipotálamo, con la función principal de regular los niveles hormonales en el cuerpo. Las hormonas liberadas de las glándulas pituitarias sirven para controlar una serie de procesos corporales como los procesos metabólicos, el crecimiento, la presión arterial, las funciones de los órganos reproductivos, las reacciones al estrés, la leche materna y otros. El tumor puede desarrollarse en la glándula pituitaria, resultando en una variedad de problemas de salud.
Sin embargo, una gran proporción de personas no tienen ningún síntoma a pesar del tumor. Aunque el tumor generalmente no es canceroso, puede afectar el funcionamiento de la glándula pituitaria. El tumor puede causar un aumento de la producción de algunas de las hormonas de la glándula pituitaria y así desencadenar complicaciones de salud.
Complicaciones
Este tumor llamado funcionamiento puede ayudar a desarrollar condiciones como el síndrome de Cushing, hipertiroidismo, acromegalia o descarga de pezón. El síndrome de Cushing es una condición cuando la cara, el abdomen y el pecho superior se agrandan perceptiblemente mientras que las piernas y los brazos permanecen delgados debido al desequilibrio de la hormona del cortisol. Acromegalia significa que la cara, las manos o los pies son anormalmente grandes. Las hormonas de la glándula pituitaria influyen en las hormonas de los órganos reproductivos, el estrógeno y la testosterona. Una mujer puede tener leche en los pechos debido a las fluctuaciones hormonales, incluso si no está embarazada.
El tumor puede presionar los tejidos circundantes del cerebro o los nervios, lo que complica el tratamiento. Si los nervios responsables de la visión son presionados, la persona es probable que tenga problemas oculares e incluso perder la vista. Si se elimina el tumor pituitario, la producción de hormonas puede verse gravemente afectada, en cuyo caso, la terapia de reemplazo hormonal adecuada debe compensar los niveles perdidos de hormonas. Los tumores pueden convertirse en apoplejía pituitaria, que se refiere a una sangría repentina y espontánea del tumor en el cerebro. Las consecuencias son visión borrosa o duplicada, incluso pérdida de visión, confusiones mentales y dolores de cabeza. El nivel de las hormonas pituitarias puede caer drásticamente, causando que la persona vomite y se sienta mareada, fría y agotada. El tumor pituitario puede resultar en deshidratación también.
Un pronóstico temprano del tumor es crucial para un tratamiento eficiente. El tratamiento adecuado toma en consideración diferentes factores. La edad, las condiciones de salud, el tipo y el tamaño del tumor, todos deciden qué método y medicamentos utilizar. El tumor puede ser removido a través de procedimientos quirúrgicos o cuando la cirugía no es posible, la radioterapia se incluye en el tratamiento. La terapia de radiación reduce el tumor.