Nuestra médula ósea es una parte muy importante de nuestro cuerpo. De hecho, tenemos la médula ósea dentro de cada hueso. Sin embargo, el tipo de médula ósea puede diferir, dependiendo del tipo de hueso en nuestro cuerpo.
Así, algunas médulas óseas están hechas de grasa, mientras que algunas están hechas de masa celular. Estos últimos crean glóbulos rojos y blancos y plaquetas para nuestra sangre. Este proceso requiere hierro y por lo tanto, nuestra médula ósea contiene grandes suministros de hierro de nuestro cuerpo. Desafortunadamente, la médula ósea puede contener también células anormales o proteínas, siendo cancerosa o inflamada, conduciendo a enfermedades, algunas más graves que otras.
La importancia de los procedimientos de médula ósea
La aspiración de médula ósea es un procedimiento que se utiliza para obtener la parte que produce células sanguíneas en la médula ósea para examinarla o trasplantarla a otro ser humano compatible. El proceso se lleva a cabo insertando un tipo especial de aguja dentro de un hueso que contiene la médula y extrayendo la médula por algún tipo de succión, tomando muestras.
Estas pruebas se hacen para que los médicos puedan diagnosticar una determinada condición de médula ósea o una enfermedad. Cada vez que hay un aumento anormal los recuentos de células de la sangre en nuestro cuerpo, nuestros médicos pueden sospechar que algo puede estar mal en nuestra médula ósea. Por lo general, los cánceres son diagnosticados de esta manera. Por otro lado, este procedimiento puede ayudar a los médicos a diagnosticar inflamaciones, presencia de proteínas o infecciones anormales, que afectan la médula ósea de una persona.
Enfermedades de la médula ósea
Como se mencionó anteriormente, un análisis de médula ósea puede mostrar a los médicos si un paciente tiene cáncer o no. Tanto la leucemia como el mieloma múltiple afectan a las propias células de la médula ósea y la biopsia se utiliza para ayudar a confirmar el diagnóstico de estas enfermedades y comenzar el tratamiento adecuado. A veces, los pacientes tienen bajos niveles de elementos de coagulación de la sangre. Luego, de nuevo, las muestras de médula ósea deben tomarse y analizarse. Los exámenes de sangre regulares pueden ayudar a los médicos a encontrar las razones detrás de la anemia. Sin embargo, cuando estos no parecen ser suficientes para un diagnóstico, la médula ósea se analiza y se comprueba si hay problemas con la creación de glóbulos rojos. Las infecciones dentro de la médula ósea pueden desencadenar fiebres constantes en algunos pacientes. Luego, una biopsia de médula ósea puede proporcionar al personal médico una lista de cultivos bacterianos presentes en los huesos.
El procedimiento de la médula ósea suele ser seguro. Sin embargo, es doloroso, incluso durante el efecto de la anestesia. El dolor puede estar presentes durante un par de días después del procedimiento. Rara vez, puede ocurrir sangrado, junto con infecciones y posible dolor persistente. En un porcentaje muy pequeño de casos, la aguja ha dañado ciertas arterias, dando lugar a la muerte.