La tuberculosis es una enfermedad infecciosa crónica que no es tan común hoy en día como solía ser. Hoy en día se puede encontrar en ghettos, barrios bajos o áreas similares donde residen las minorías étnicas o puede ser traído por las personas que emigraron de esas áreas, donde la enfermedad esta todavía activa.
La tuberculosis es causada por bacterias y puede transmitirse fácilmente por contacto muy cercano o si alguien estornuda o tose. Por lo tanto, cualquier persona puede ser infectado, no importa dónde viven o lo que hacen. Sin embargo, aunque alguien puede ser infectado los que son más propensos a sucumbir a la enfermedad son los alcohólicos, especialmente aquellos que sufren de desnutrición y las personas con el virus del VIH.
Una vez que alguien contrae la tuberculosis, lo más probable es que siempre sea positivo a la enfermedad. Esto se debe a que la mayoría de las personas tienen una forma pasiva de la enfermedad. Pruebas positivas a la enfermedad simplemente significa que una persona ha tenido una vez o de hecho tiene en el momento, pero el hecho de que no se expresan los síntomas significa que no es contagioso porque los gérmenes no están activos. Sin embargo, lo mejor es consultar a un médico y deshacerse de estos gérmenes con el fin de asegurarse de que ninguna complicación adicional surgirá de ellos en el futuro.
La tuberculosis es una enfermedad que está principalmente estacionada en los pulmones, aunque puede propagarse a otros órganos. Ningún síntoma ocurrirá hasta que las bacterias hayan alcanzado los pulmones y puesto que es extremadamente lento, uno no puede experimentar estos síntomas por años.
Cuando ocurren los síntomas, se trata de una tos continua que es seguida por una flema potencialmente sangrienta, falta de aire, falta de apetito seguido de pérdida de peso, fiebre, cansancio y un sistema inmune generalmente debilitado.
La tuberculosis que se adhiere a los pulmones se llama tuberculosis pulmonar y la que se propaga a otros órganos se llama tuberculosis extrapulmonar. Este tipo de tuberculosis es más común para aquellos que ya tienen un sistema inmune considerablemente afectado, por ejemplo debido a una condición como el virus del VIH. Este tipo de tuberculosis puede propagarse a los ganglios linfáticos, el sistema digestivo, los huesos, la vejiga, el sistema reproductivo y el sistema nervioso.
La tuberculosis extrapulmonar tiene síntomas adicionales como ganglios linfáticos inflamados que estallan en el tiempo, dolor óseo y pérdida de sensibilidad en el hueso afectado, diarrea, dolor abdominal, ardor y sangre en la orina, dolores de cabeza y vómitos por nombrar algunos.