El trastorno bipolar (también conocido como depresión maníaca o trastorno maníaco-depresivo) es una enfermedad psiquiátrica. Los pacientes que sufren de esta condición experimentan cambios de humor extremos, ciclos de episodios maníacos y depresivos.
Esos episodios podrían ser seguidos de alucinaciones y delirios, y a veces de pensamientos y acciones suicidas.
La depresión maníaca generalmente comienza en la adolescencia o en la edad adulta temprana, y la causa exacta de esta enfermedad no se conoce. Según la teoría médica actual, el mal funcionamiento de los neurotransmisores en la parte específica del cerebro podría ser responsable de esta enfermedad. El trastorno bipolar podría entonces comenzar sin ninguna razón aparente, o estar relacionado con factores genéticos, el estrés o algunas otras causas, como el medio ambiente o ciertos medicamentos.
Genética
Esta condición se desarrolla en la familia y el 50% de los pacientes con trastorno bipolar tienen otro miembro de la familia que sufre de trastornos del estado de ánimo. Si su padre tiene esta condición, las posibilidades de que usted va a tener la misma enfermedad son del 15 al 25%. Usted tiene aproximadamente el 25% de posibilidades de tener el mismo trastorno si ambos o sus padres tenían trastorno bipolar o su hermano gemelo tiene la enfermedad.
Los estudios sobre el efecto de la genética y el medio ambiente en el trastorno bipolar de los gemelos adoptados concluyeron que si el gemelo idéntico tiene la enfermedad, las probabilidades de que también la tengan son 8 veces más grandes.
Causas ambientales
El abuso de alcohol o drogas y los problemas hormonales pueden conducir al trastorno bipolar. No se consideran causa exacta, sino más bien un desencadenante de la enfermedad. Su uso puede poner en peligro la recuperación del trastorno bipolar y empeorar los episodios.
Otras causas
Los antidepresivos pueden causar un episodio maníaco en pacientes con algún riesgo a esta enfermedad. A veces, los especialistas recomiendan el uso preventivo de medicamentos antimicóticos en esos casos. Algunos medicamentos pueden causar episodios de tipo maníaco. Los medicamentos tomados para la pérdida de peso, especialmente los supresores del apetito podría ser uno de ellos. Aumentan los niveles de energía y disminuyen la necesidad de dormir, causando un efecto «alto», que parece una manía. Una vez que el medicamento se detiene, la persona vuelve al estado de ánimo normal. La cocaína, el éxtasis y las anfetaminas también pueden provocar episodios maníacos. Se sabe que altas dosis de medicamentos para el resfriado común muestran efectos similares. Algunos medicamentos no psiquiátricos, utilizados para tratar trastornos de la tiroides o el uso de corticosteroides (en su mayoría prednisona), pueden desencadenar un ataque maníaco.
La cafeína, el alcohol o el fumar deben ser evitados. Las dosis normales de cafeína no le harán daño, pero el uso excesivo, más de dos tazas al día puede causar episodios de tipo maníaco.