La diabetes juvenil es comúnmente conocida como diabetes tipo 1 y es un síndrome que interrumpe las funciones del metabolismo y debido a la deficiencia de insulina, provoca niveles extremadamente altos de glucosa en la sangre que el cuerpo es incapaz de digerir. Esto puede ser bastante dañino.
La sed, el orinar y el hambre son los tres principales síntomas de este tipo de diabetes. Algunos otros síntomas incluyen agravación frecuente, náuseas y vómitos, agotamiento constante y problemas con la vista. Una persona con diabetes tipo 1 también es propensa a perder peso, a pesar de que tienden a comer en exceso.
Lamentablemente no hay una cura definitiva para esta condición todavía. Sin embargo, es posible aliviar algunos de los problemas que la condición lleva consigo y tratar de reducir la cantidad de glucosa en la sangre.
Debido a que esta enfermedad es causada por la falta de insulina en el organismo y las principales cosas que hacer es suministrar el cuerpo con la cantidad correcta de la sustancia. Esto se hace generalmente con una inyección de insulina, que se requiere varias veces al día, a fin de asegurarse de que el equilibrio correcto se establece. Sin embargo, esto puede ser una gran dificultad para los niños, por lo que una nueva forma de inserción de insulina se está introduciendo y es mediante el uso de una pequeña bomba que se tiene todo el tiempo.
Otra cosa importante a tener bajo control es la dieta. No es necesario consumir demasiada comida, aunque el cuerpo podría dar señales diferentes debido a la enfermedad y sólo puede conducir a un aumento de los niveles de glucosa en la sangre. Además, es importante asegurarse de que la dieta es saludable, lo que significa una cantidad mínima de comida chatarra y dulces. Es muy desafortunado para los niños a ser privados de su comida favorita de tal manera, pero la actitud correcta de los padres puede realmente hacer una diferencia y facilitar las cosas para ellos.
Aparte de una dieta saludable, el ejercicio regular también es una manera de aclarar el azúcar en la sangre no deseado, así como todas las sustancias nocivas que entran en el cuerpo a través de alimentos poco saludables.
Por último, aunque tener diabetes juvenil requiere mucho sacrificio y disciplina, no tiene que ser lo peor del mundo si uno no lo permite, sobre todo porque no hay muchas cosas a lo que uno tiene que renunciar.