Todos sabemos lo que es un trampolín y la mayoría de nosotros lo asociaría con los juguetes de los niños o simplemente entretenimiento. Sin embargo, esto no es necesariamente el caso.
Este dispositivo posee cualidades mucho más allá de las que uno podría esperar de el. Es decir, el mero proceso de rebote implica que nuestro cuerpo sea derribado por la gravedad mientras se encuentra en un estado desafiante a la gravedad, o para ir contra la gravedad en la dirección opuesta. Estas acciones, créanlo o no, proporcionan ejercicio de fortalecimiento óseo al mismo tiempo que permiten una excelente circulación sanguínea y proporcionan un esfuerzo muscular significativo, lo que resulta en su desarrollo. La lista no se detiene aquí, ya que hay muchas otras maneras en las que uno puede beneficiarse de divertirse con el trampolín.
Hacer saltar las toxinas lejos
En primer lugar, rebotando de un trampolín expone nuestro cuerpo a muchas fuerzas diferentes que influyen en ella durante el proceso. Esto permite que nuestra sangre y linfa fluyan libremente a través de nuestro cuerpo y lo limpien, teniendo la desintoxicación como el resultado principal. Al saltar y comprimir ciertas partes de nuestro cuerpo, nos aseguramos de que todo el material tóxico se transfiere desde los lugares donde puede ser dañino y se expulsa de nuestro cuerpo. De esta manera uno se protege de enfermedades como el Alzheimer o la artritis, ya que uno fortalece sus huesos y expulsa sustancias nocivas del cuerpo. Además, la desintoxicación reduce las posibilidades de sufrir de cualquier enfermedad relacionada con el cáncer, principalmente cáncer de colon y pulmón.
Perder peso mientras se divierten
El rebote implicado con este dispositivo tensiona nuestros músculos grandemente y junto con acelerar nuestro metabolismo, podemos perder peso y desarrollar los músculos solamente saltando en un trampolín. Además, mientras estamos perdiendo esos kilos de más estamos teniendo una enorme cantidad de adrenalina bombeada de diversión, provocando la producción de muchas hormonas que nos hacen felices y la eliminación de cualquier estrés que pudieramos sentir.
Beneficios adicionales
El salto le ahorra del asma y la presión arterial alta. Cuando disfruta de su tiempo en un trampolín, el oxígeno fluye a través de su cuerpo significativamente más rápido que mientras usted está descansando. De esta manera, cada órgano obtiene suficiente oxígeno mientras su sangre corre rápido, eliminando cualquier peligro de presión arterial alta. Además, esta actividad le hace expulsar todo el moco de sus canales de aire, reduciendo y eliminando los riesgos de desarrollar asma o bronquitis, lo que le permite respirar libremente.
Además de evitar que el colesterol dañino se amontone, el salto de trampolín hace que el tracto digestivo funcione mejor debido al suministro regular de sangre. De esta manera, se descarta cualquier peligro de estreñimiento.
Finalmente, muchos otros beneficios relacionados con el sistema respiratorio, la audición, los huesos e incluso los problemas menstruales con respecto a la frecuencia y la puntualidad del ciclo, están todos conectados con este dispositivo milagroso.