La fibromialgia es un trastorno de dolor crónico que afecta el tejido conectivo, incluidos los músculos, tendones y ligamentos. Su principal característica es el dolor muscular, no localizado, asociado con excesiva sensibilidad en muchas áreas del cuerpo. Otros síntomas incluyen dolores de cabeza, fatiga, alteraciones del sueño, ansiedad y depresión.
En las personas menores de 20 años, la prevalencia de la fibromialgia es de alrededor del 2 por ciento, llegando a alrededor del 10 por ciento en la séptima década de la vida. Se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres que en hombres y se reconoce como la causa más común de dolor musculoesquelético generalizado en mujeres de entre 20 y 50 años.
¿Qué causa la fibromialgia?
La causa de la fibromialgia sigue siendo desconocida. Sin embargo, se sabe que los síntomas se desencadenan por una variedad de señales físicas y emocionales. Estos incluyen estrés psicológico, infecciones virales (enfermedad de Lyme, infección por el virus de Epstein-Barr, virus de la hepatitis) y trauma.
La teoría más común sobre la causa de la fibromialgia es la de un estado de «dolor centralizado». Aquí, se cree que las señales de dolor que llegan al cerebro se amplifican, lo que lleva a un estado de percepción de dolor elevada en muchos órganos. Esto está respaldado por el hallazgo de que los pacientes con fibromialgia tienen historias de dolor crónico de por vida y que tienen mayores requerimientos analgésicos postoperatorios.
Los síndromes de dolor crónico son más comunes entre los familiares de pacientes con fibromialgia y los factores genéticos pueden desempeñar un papel en la agrupación de la fibromialgia dentro de las familias.
¿Cuáles son los síntomas de la fibromialgia?
1. Dolor
El dolor es el sello distintivo de la fibromialgia. El dolor es poco localizado y multifocal, con una amplia variedad de descripciones, como entumecimiento, hormigueo, roeduras, quemaduras, perforaciones u hormigueo.
Algunos pacientes pueden describir una sensación de hormigueo de naturaleza transitoria. El dolor se experimenta en múltiples localizaciones del cuerpo y el dolor del paciente suele originarse en la parte inferior de la espalda, hombro, tórax, articulaciones de los miembros inferiores y el abdomen. La gravedad del dolor generalmente es alta en las primeras etapas de la enfermedad y se reduce progresivamente durante meses. o años incluso en ausencia de tratamiento. En algunos casos, el dolor puede ser lo suficientemente grave como para interferir con la vida cotidiana. La ternura se puede observar de estas áreas con un toque leve, en ausencia de cualquier inflamación obvia. Los síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal, las migrañas y la artritis tienden a ser más comunes en pacientes con fibromialgia.
2. Otros síntomas
Los trastornos del sueño son muy comunes en personas con fibromialgia. Los pacientes pueden quejarse de la dificultad para conciliar el sueño o del despertar repetido con un ritmo de sueño poco sostenido. El cansancio y la escasa habilidad para concentrarse en las tareas diarias se asocian con la privación crónica del sueño. Los trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad, se observan en alrededor de un tercio de los pacientes en el momento de la presentación inicial.
¿Cómo se diagnostica la fibromialgia?
La fibromialgia es un diagnóstico clínico y requiere, mediante una anamnesis y exploración física cuidadosa, la exclusión de todas las demás causas posibles del dolor musculoesquelético crónico. Actualmente, no hay investigaciones de laboratorio de diagnóstico o de imagen para la fibromialgia, aunque pueden requerirse varias pruebas para descartar otras enfermedades con síntomas similares, como lupus eritematoso sistémico (LES), artritis reumatoide, polimiositis, osteoartritis, hipotiroidismo, espondilitis anquilosante, polimialgia reumática.
¿Cómo se trata la fibromialgia?
El tratamiento de la fibromialgia requiere un enfoque multidisciplinario que involucre al paciente, el médico, los psicólogos y los fisioterapeutas. En general, primero se exploran los enfoques de apoyo al tratamiento, como el ejercicio, la meditación y las terapias de relajación, con o sin el uso de medicamentos. La buena comunicación es de suma importancia en el tratamiento a largo plazo de la fibromialgia. Debe explicarse desde el principio que la fibromialgia no es curable utilizando las opciones actualmente disponibles para proporcionar expectativas realistas.
Los medicamentos antiinflamatorios son útiles en el alivio del dolor crónico. Otros medicamentos utilizados para tratar la fibromialgia incluyen pregabalina, duloxetina y milnacipran, que son inhibidores selectivos de la recaptación de norepinefrina y serotonina. Otros medicamentos incluyen antidepresivos. La terapia se adapta mejor al paciente individual y se deben considerar varios factores, como el perfil de efectos secundarios de los fármacos, la gravedad de los síntomas, la edad y otras condiciones clínicas concurrentes.
El pronóstico a largo plazo generalmente es bueno y con un tratamiento óptimo, la mayoría de las personas con fibromialgia pueden llevar una vida productiva.