El lupus es una enfermedad autoinmune de naturaleza crónica. Una enfermedad que es autoinmune básicamente significa que el sistema inmunitario del cuerpo no distingue adecuadamente entre los agentes extraños y sus propios tejidos sanos. Esto hace que la enfermedad sea extremadamente difícil de tratar, aunque la mayoría de los síntomas se pueden manejar con bastante facilidad con la ayuda de la medicación adecuada.
¿Qué causa el lupus?
La respuesta a esto aún se desconoce, aunque se identificaron algunos factores de riesgo. Estos factores de riesgo incluyen una predilección genética hacia el desarrollo de la enfermedad, la historia familiar, la exposición a ciertos medicamentos, infecciones y una cantidad excesiva de luz solar.
Ninguna de estas causas es muy específica ya que ese conocimiento aún nos elude.
Tipos de lupus
Hay dos tipos principales de lupus.
- Lupus eritematoso discoide
- Lupus eritematoso sistémico
Algunos otros tipos, como el lupus neonatal y el lupus inducido por fármacos, se observan con menos frecuencia.
Los signos y síntomas de esta enfermedad son básicamente el resultado de una inflamación. Esto hace que la enfermedad sea bastante difícil de diagnosticar ya que la mayoría de los síntomas se encuentran también en un gran número de otras enfermedades.
Algunos síntomas comunes son:
- Dolor en las articulaciones acompañado de hinchazón y rigidez
- Fiebre
- Malestar
- Dificultad para respirar
- Lesiones cutáneas (redondas en forma de disco o en un patrón característico de mariposa en la cara)
- Pérdida de memoria
- Dolores de cabeza frecuentes
- Erupciones en todo el cuerpo
- Fotosensibilidad
El síntoma más distinguible entre todos estos es la erupción en forma de mariposa, sin embargo, no se ve en todos los pacientes que sufren de lupus. Una bandera roja debe subir si hay una erupción inexplicable que se niega a sanar, así como un empeoramiento de la erupción al exponerse al sol.
La forma sistémica de la enfermedad también puede afectar los pulmones, el corazón, los riñones y otros órganos vitales del cuerpo.
Pruebas de diagnóstico
No existe una prueba única que pueda confirmar la presencia de lupus en el cuerpo, por lo que los médicos generalmente confían en una serie de pruebas para ayudarlos a llegar a un diagnóstico. Estas pruebas deben considerarse junto con la presencia o ausencia de signos y síntomas clínicos para ser más útiles.
Su médico puede ordenar algunos análisis de sangre que midan el conteo sanguíneo completo y la ESR junto con un análisis de orina. También se puede ordenar una prueba de anticuerpos antinucleares.
Tratamiento
Como se mencionó anteriormente, no existe una «cura» para el lupus, sin embargo, los síntomas se pueden manejar con bastante facilidad. Por lo general, se recetan al paciente una combinación de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, inmunosupresores y esteroides.
Mitos comunes
Hay algunos conceptos erróneos comunes sobre el Lupus que deberían aclararse. La enfermedad es absolutamente no contagiosa y no se puede transmitir a otra persona a través del contacto (sexual o no sexual). El lupus tampoco es canceroso en su origen o comportamiento. El uso de algunos inmunosupresores puede ser común con los utilizados en el tratamiento del cáncer, sin embargo, esto no indica ninguna coincidencia entre las dos enfermedades.
La mayoría de las personas que sufren de Lupus viven una vida libre de obstáculos lidiando con casos de mayor gravedad. Puede ser una amenaza para la vida en un pequeño porcentaje de la población afectada.